Elementos clave de GIP en nuestros proyectos de América Latina y el Caribe

Lo seguimos diciendo; lo están demostrando.

Paisaje en bosques secos de la Chiquitanía, Santa Cruz, Bolivia

Nuestra experiencia sugiere que la Gestión Integrada del Paisaje es un proceso para gestionar las demandas contrapuestas de la tierra mediante la aplicación de sistemas de gestión adaptativos e integrados.

Cuando se combina con intervenciones técnicas bien planificadas y ejecutadas, la GIP permite gestionar la multifuncionalidad del paisaje y captar y distribuir sus beneficios para la sociedad y el medio ambiente.

Paisajes para nuestro futuro Componente central

Consideramos que el proceso de Gestión Integrada del Paisaje (GIP) consta de seis elementos fundamentales. Para verlos en acción, basta con echar un vistazo a los notables proyectos latinoamericanos y caribeños de nuestro programa, que han adoptado el enfoque GIP para revolucionar las prácticas de uso de la tierra, conservar la biodiversidad y fomentar el desarrollo sostenible.

Es importante que entendamos qué es lo que estamos integrando y gestionando cuando se trata de GIP. Desde nuestro punto de vista, lo que importa son las personas que reivindican el paisaje. De ahí que los dos primeros ingredientes de nuestro GIP se centren en las partes interesadas. Las vemos organizadas tras una visión común, que tratan de alcanzar mediante una gestión adaptativa y la combinación adecuada de herramientas. Por último, como el proceso funciona bien, se institucionaliza


Kim Geheb, Coordinadora, Componente Central del LFF

🇧🇴 Bolivia: Paisajes Resilientes

Sobre el proyecto

El departamento de Santa Cruz es principalmente parte de la cuenca del Amazonas, y comprende una gran parte de los bosques de tierras bajas de Bolivia. Alberga numerosas comunidades indígenas y pequeños agricultores altamente vulnerables a la pobreza y a fenómenos relacionados con el clima. El departamento contiene 78% de la biodiversidad boliviana, y sustenta el 70% de la producción agrícola del país.

El proyecto Paisajes Resilientes en la Chiquitanía, gestionado y ejecutado por la GIZ, ha dado pasos destacables hacia la GIP para hacer frente a los efectos del cambio climático en el bosque seco tropical conservado más grande del mundo y en los medios de subsistencia de las poblaciones de las cuencas hidrográficas cercanas. Se enfoca en promover la seguridad hídrica y productiva, al mismo tiempo que fortalece las estructuras de gobernanza y las actividades socioeconómicas sostenibles.

Elementos clave de la GIP

Identificación de los grupos de actores

Una fortaleza clave del proyecto Paisajes Resilientes radica en sus sólidos ejercicios de identificación de grupos de actores. El proyecto utiliza la herramienta integral Capacity Works para identificar e involucrar a los grupos de actores presentes en el paisaje. Esta herramienta permite al proyecto evaluar las capacidades y funciones de los distintos grupos de actores, asegurando su participación activa y su participación significativa en los procesos de toma de decisiones. Mediante el mapeo de actores y la comprensión de sus capacidades, el proyecto fomenta una colaboración más estrecha, fomenta la apropiación local y mejora la efectividad general y la sostenibilidad de sus intervenciones.

Foros multi-actores (FMA)

No existe un FMA que abarque todo el paisaje o que funcione a la escala de las dos cuencas que confrorman el área del proyecto. Sin embargo, existen varias plataformas que proporcionan bases incipientes para los FMA dentro de las subunidades del área del proyecto. En cada subcuenca, el equipo de Paisajes Resilientes ha formado o reactivado Comités de Gestión, que son plataformas compuestas principalmente por representantes de las comunidades que participan en sus actividades piloto, pero que incluyen también a otros actores gubernamentales, tales como agencias municipales, el consejo municipal y la subgobernación (gobierno a nivel provincial). Cada comité de gestión funciona de manera autónoma, sin coordinación con los demás.

En la subcuenca del Alto Paraguá, el equipo de Paisajes Resilientes apoyó la creación del FMA, fortaleciendo la Asamblea Distrito 8, quien lidera dicha plataforma. En Bajo Paraguá y Tarvo, Paisajes Resilientes brindó apoyo en el fortalecimiento de los procesos en los FMA existentes; y en la subcuenca Alta, Paisajes Resilientes estuvo detrás de la reactivación del FMA.

Representantes comunitarios también participan en la Asamblea Distrito 8, la cual reúne a los representantes de los cabildos de las comunidades de la subcuenca del Alto-Paraguá.

Los comités de gestión cuentan con estatutos y reglamentos diseñados específicamente para cada subcuenca. En la mayoría de los casos, los Comités de Gestión se reúnen mensualmente, y ocasionalmente el equipo de Paisajes Resilientes participa para presentar avances relacionados con su proyecto.

Estos FMA pueden allanar el camino para una toma de decisiones más inclusiva y una posible colaboración, amplificando el impacto del proyecto.

Visión común

El equipo de Paisajes Resilientes ha organizado una serie de talleres para fomentar la colaboración entre los grupos de actores en el paisaje en torno a una agenda común. Al firmar un acuerdo de colaboración con el gobierno departamental de Santa Cruz, el proyecto facilitó una reunión intersectorial con representantes de diferentes agencias del gobierno departamental para dialogar sobre las necesidades y las acciones más urgentes a abordar. A continuación, se llevó a cabo un taller con actores del del sector privado y financiero.

Gestión iterativa y adaptativa

El proyecto Paisajes Resilientes muestra un firme compromiso con la reflexión, el aprendizaje y la adaptación a lo largo de su implementación. Reconociendo la complejidad e incertidumbres asociadas con la gestión de recursos naturales y ecosistemas, el proyecto evalúa de manera continua la eficacia de sus estrategias, se adapta a las circunstancias cambiantes e integra nuevos conocimientos y perspectivas comunitarias en los procesos de toma de decisiones. Este compromiso se evidencia en la selección y el diseño de proyectos piloto, los cuales han sido ajustados en base a realidades encontradas en campo. Por ejemplo, los intercambios entre líderes indígenas mujeres, inicialmente planificados como solo evento, se ampliaron a múltiples reuniones debido a su respuesta positiva. De manera similar, la inclusión de la apicultura y la educación ambiental en el programa de comunicación, elementos que no estaban inicialmente definidos en el diseño del proyecto, refleja la planificación adaptativa y capacidad de respuesta del proyecto.

Además, el proyecto Paisajes Resilientes hace especial hincapié en el intercambio de conocimientos y aprendizaje. Facilita el intercambio de experiencias, buenas prácticas y lecciones aprendidas entre los diferentes grupos de actores, incluyendo comunidades locales, agencias gubernamentales y organizaciones asociadas. Este enfoque colaborativo de aprendizaje permite al proyecto aprovechar el conocimientos colectivo, construir sobre enfoques exitosos y adaptar estrategias basadas en experiencias compartidas. Al fomentar una cultura de aprendizaje y mejora continua, el proyecto refuerza su capacidad para abordar desafíos complejos, promover la innovación y lograr la sostenibilidad a largo plazo en los paisajes en los que trabaja.

Institucionalización

El proyecto también destaca por cultivar asociaciones con actores gubernamentales locales y regionales encargados de la gobernanza del paisaje. La Asamblea Departamental de Santa Cruz, órgano legislativo que aprueba las políticas departamentales, se ha alineado estrechamente con los objetivos del proyecto, proporcionando una base sólida para un cambio transformador. Del mismo modo, el Gobierno Municipal de San Ignacio de Velasco, con su mandato de proporcionar servicios esenciales y obras públicas, ha surgido como un aliado sólido, fomentando dinámicas locales positivas. Estas asociaciones mejoran el potencial de impacto del proyecto, involucrando a los actores que poseen el poder de efectuar cambios en el paisaje.

Más información sobre este proyecto

Unp de los aspectos sobresalientes del proyecto Paisajes Resilientes es la adopción de un enfoque anidado de la gestión del paisaje. Al reconocer la complejidad y escala de los paisajes involucrados, el proyecto divide las áreas en unidades de subcuencas. Este enfoque permite una implementación más enfocada y dirigida de intervenciones dentro de unidades ecológicas específicas. Al abordar las características y retos únicos de cada subcuenca, el equipo del proyecto adapta sus estrategias y acciones a las necesidades y oportunidades específicas de las distintas áreas, aumentando así la eficacia y el impacto de sus intervenciones. Además, la creación de los Comités de Gestión de las subcuencas, que sirven como plataforma para reunir a diversas partes interesadas, incluso aquellas que rara vez interactúan en el paisaje, allana el camino para una toma de decisiones inclusiva y una posible colaboración, amplificando el impacto del proyecto.


🇧🇷 🇵🇾 Brasil/Paraguay: CERES

Vista aérea del municipio de Bahía Negra, a orillas del río Paraguay. Foto de WWF Paraguay.

Acerca de este proyecto

Un proyecto destacado en América Latina y el Caribe es el de Cerrado Resiliente, CERES. Dirigido por WWF Brasil, WWF Paraguay y el Instituto para la Preservación y Promoción de los Pueblos Indígenas, CERES es un proyecto holístico que se enfoca en las interconexiones intricadas entre la agricultura, los recursos naturales y los medios de vida rurales. 

El bioma del Cerrado es la sabana más biodiversa del mundo, cubriendo más de 2 millones de kilómetros cuadrados en Brasil y Paraguay. Alberga 83 grupos indígenasy un amplio rango de comunidades tradicionales, quienes han recibido distintos grados de reconocimiento y tenencia de la tierra. El Cerrado provee servicios ecosistémicos cruciales a nivel nacional, regional y global, suministrando el 70% de la producción agrícola del país y el 44% de sus exportaciones. 

Elementos clave de la GIP

Foros multi-actores (FMA)

Al reunir a diversos actores, como agricultores, investigadores y formuladores de políticas, CERES crea una plataforma de colaboración para el intercambio de conocimientos y la acción conjunta. 

CERES también reconoce la importancia de las cadenas de valor sostenibles para promover el uso responsable del suelo. A través de su colaboración con la iniciativa Tamo de Olho, CERES potencia aún más su impacto. Tamo de Olho (que significa “Estamos Observando” en portugués) es un programa de monitoreo impulsado por la comnidad, que involucra a las comunidades locales en la recolección y análisis de datos relacionados con el uso del suelo, la deforestación y la conservación. Al involucrar a las comunidades como participantes activos en los esfuerzos de monitoreo, CERES fomenta un sentido de propiedad y refuerza los sistemas de conocimiento locales.

WWF Paraguay, responsable de la implementación del proyecto CERES en el paisaje de Alto Paraguay, ha logrado involucrar a pequeños, medianos y grandes ganaderos a través de un foro multi-actor (FMA) que destaca los intereses compartidos entre los grupos de actores de la zona. Los esfuerzos de WWF Paraguay han dado lugar a una colaboración significativa entre diversos grupos de actores, centrada en el Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial de Bahía Negra, conocido como POUT.

La mesa POUT se creó como un FMA para respaldar el proceso del POUT. Facilitó diálogos y la retroalimentación de diversas entidades en el paisaje, incluidas agencias gubernamentales nacionales, el municipio de Bahía Negra, asociaciones ganaderas locales y regionales, y otras asociaciones de productores, organizaciones ambientales y sociales, grupos indígenas, y ONGs como WWF.. Su participación estuvo motivada por el deseo de que sus intereses estuvieran representados en el proceso final de ordenamiento territorial. Valentina Bedoya, responsable de Paisajes Sostenibles de WWF Paraguay, subraya que la Mesa POUT, inicialmente creada con un objetivo específico, se ha convertido en un punto de entrada para el diálogo entre múltiples actores que antes no existía en el paisaje.

La Mesa POUT ha demostrado ser un mecanismo eficaz para una toma de decisiones participativa y la construcción de consenso en torno al uso de la tierra en el territorio, un tema sensible porque afecta los medios de vida de la población. Sin embargo, una importante lección aprendida, como expresó Patricia Roche, Especialista de Proyectos de WWF Paraguay, es la necesidad de empoderar a las autoridades gubernamentales para liderar eficientemente estos espacios. Como subraya Roche, “es crucial que estas plataformas sean dirigidas y convocadas por autoridades locales o nacionales, ya que ciertos grupos de interés podrían considerar a las ONG internacionales como externas, con sesgos conservacionistas que podrían influir en los resultados.”

Institucionalización

CERES ha establecido exitosamente alianzas asociaciones con entidades gubernamentales, organizaciones locales y comunidades indígenas, promoviendo un enfoque de colaboración para la GIP. Esta institucionalización garantiza que las estrategias e iniciativas del proyecto estén incorporadas en marcos, políticas y estructuras de gobernanza existentes, lo que conduce a la sostenibilidad y al impacto a largo plazo. 

Más información sobre este proyecto

CERES destaca por su capacidad para apoyar la toma de decisiones, proporcionando a los grupos de actores herramientas valiosas y conocimientos para hacer elecciones informadas. Al aprovechar tecnologías de vanguardia como la teledetección y el análisis de datos, CERES orienta la toma de decisiones informada y optimiza el uso de recursos. Por ejemplo, el proyecto emplea imágenes satelitales para evaluar cambios en la cobertura del suelo e identificar áreas prioritarias para esfuerzos de conservación y restauración. CERES también hace hincapié en la agricultura de precisión, permitiendo a los agricultores adoptar prácticas sostenibles adaptadas a sus paisajes y desafíos específicos.

A través de sus esfuerzos integrales de investigación y monitoreo, CERES genera datos confiables sobre el uso del suelo, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, facilitando una toma de decisiones basada en evidencia. Este enfoque ayuda a los actores involucrados a comprender las posibles repercusiones sociales, económicas y medioambientales de las distintas prácticas de manejo del suelo y orienta el desarrollo de estrategias sostenibles. Además, CERES facilita el desarrollo de capacidades y el intercambio de conocimientos entre distintos grupos de actores, empoderándolos para participar activamente en los procesos de toma de decisiones e implementar soluciones eficaces para la GIP.

CERES fomenta la transparencia y la rendición de cuentas a lo largo de las cadenas de valor, promoviendo la producción y el consumo responsables. Al promover el abastecimiento sostenible y la trazabilidad, CERES asegura que los productos que llegan al mercado se produzcan de forma que se protejan los ecosistemas, se respetan los derechos de los trabajadores y se contribuya al bienestar de las comunidades locales. La Cooperativa Central do Cerrado, un socio clave apoyado por el proyecto CERES, representa una empresa colectiva que combina múltiples actores para desarrollar y mantener una cadena de valor productiva con productos destacados que incluyen Productos Forestales No Madereros (PFNM) silvestres y endémicos, como la preciada nuez barú, que se recolecta en la naturaleza. Esta iniciativa ha ganado aceptación entre los consumidores, que cada vez dan más prioridad a los productos éticos y respetuosos con el medio ambiente. Al promover cadenas de valor sostenibles, CERES contribuye a la viabilidad económica de la GIP, creando incentivos de mercado para las prácticas sostenibles y apoyando los medios de vida de las comunidades locales.

Más información sobre la ganadería sostenible del proyecto CERES.


🇨🇴 Colombia: Paisajes Sostenibles

Acerca de este proyecto


Comunidad palafítica en la Ciénaga Grande de Santa Marta, Colombia

Paisajes Sostenibles es un proyecto en Colombia coordinado por la FAO. Su objetivo es promover prácticas sostenibles de gestión de la tierra y los recursos, la conservación de la biodiversidad y la mejora de los medios de vida de las comunidades locales. Mediante la integración de las dimensiones sociales, económicas y medioambientales, el proyecto busca lograr un equilibrio entre conservación y desarrollo en dos paisajes: el Caribe colombiano y los Andes centrales. 

El proyecto es parte de una iniciativa público-privada más amplia denominada Herencia Colombia (HeCo), liderada por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y Parques Nacionales Naturales. Los socios del proyecto Paisajes Sostenibles son WWF Colombia, el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis (INVEMAR) y el Instituto Alexander von Humboldt.

Elementos clave de la GIP

Visión común

Enfocándose en el paisaje caribeño, INVEMAR desempeña un papel fundamental en la construcción de confianza y el apoyo medios de vida sostenibles alternativos en comunidades vulnerables. Por ejemplo, INVEMAR colabora con las comunidades palafíticas de la zona de la Ciénaga Grande de Santa Marta. Estas comunidades, altamente dependientes de la pesca, se han visto afectadas por el cambio climático y el conflicto armado. Mediante programas de fortalecimiento de capacidades, desarrollo de infraestructuras y apoyo a la comercialización, INVEMAR empodera a comunidades como éstas para apoyar en el establecimiento de empresas ecoturísticas sostenibles. Estas iniciativas no sólo proporcionan fuentes alternativas de ingresos, sino que también contribuyen a la conservación de los ecosistemas y el patrimonio cultural. El enfoque holístico de INVEMAR, que integra los esfuerzos de creación de confianza con oportunidades de medios de vida sostenibles, fomenta el bienestar y la resiliencia de estas comunidades.

Soluciones técnicas y herramientas

Una de las características destacadas del proyecto Paisajes Sostenibles es la plataforma de sostenibilidad financiera para emprendedores, liderada por WWF Colombia. Esta plataforma dinámica capacita y empodera a empresarios locales involucrados en actividades sostenibles dentro de los paisajes del proyecto. Al proporcionar acceso a financiamiento, asistencia técnica y mentoría empresarial, WWF Colombia respalda el crecimiento de negocios ambientalmente responsables. A través de esta plataforma, los empresarios pueden buscar medios de vida resilientes, al tiempo que contribuyen a la conservación de los recursos naturales, creando un escenario beneficioso tanto para las comunidades como para el medio ambiente.


🇪🇨 Ecuador: Paisajes Andinos

Sobre el proyecto

El proyecto Paisajes Andinos, en Ecuador, tiene como objetivo utilizar un enfoque integrado de paisajes para promover medios de vida sostenibles y proteger los servicios de los ecosistemas andinos. Ejecutado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Ecuador, en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente, Agua y Transición Ecológica y el Ministerio de Agricultura y Ganadería, opera en múltiples parroquias de cuatro provincias de Ecuador en colaboración con asociaciones y comunidades locales para llevar a cabo una serie de actividades de apoyo a la agricultura orgánica, el desarrollo de la cadena de valor, la capacitación y el acceso al mercado de los productos agrícolas.

Elementos clave de la GIP

Foros multi-actor (FMA)

El proyecto Paisajes Andinos participa activamente en las etapas incipientes de la Minga de Montaña, una comunidad de práctica que reúne a diversos proyectos de gestión del paisaje y grupos de actores, y que sirve de como plataforma multi-actor para la coordinación, el intercambio de conocimientos y la colaboración entre distintas iniciativas de la región. Al participar en esta comunidad de práctica, el proyecto evita traslapes, aprende de las experiencias de otros y contribuye al desarrollo de enfoques efectivos para la GIP. Esta red de colaboración refuerza el impacto global y los resultados de los proyectos de gestión del paisaje, promoviendo enfoques integrados y holísticos para el desarrollo sostenible. 

Soluciones técnicas y herramientas

El proyecto Paisajes Andinos demuestra una fortalezas excepcionales en monitoreo y evaluación, aprovechando una serie de herramientas y tecnologías avanzadas para recopilar, analizar e interpretar datos. Un aspecto descatable del proyecto es su utilización de herramientas del Sistema de Acceso, Procesamiento y Análisis de Datos de Observación de la Tierra para la Vigilancia Terrestre (SEPAL) para el análisis de datos satelitales. Al aprovechar el poder de las imágenes satelitales, el proyecto puede monitorear cambios en la cobertura terrestre, la salud de la vegetación y otros indicadores medioambientales. Las herramientas SEPAL permiten al proyecto acceder a datos casi en tiempo real, facilitando la identificación de áreas que requieren intervención y brindando valiosos conocimientos para una gestión adaptativa. 

Además, el proyecto emplea KoboToolbox, una plataforma de recopilación de datos de código abierto, para recopilar información a nivel de campo de forma eficiente. Mediante de esta herramienta, el personal del proyecto y los miembros de la comunidad pueden recopilar datos de encuestas, hacer un seguimiento de los avances y monitoreat indicadores de forma sistemática y eficiente. La interfaz amigable al uso y los formularios personalizables de KoboToolbox mejoran la calidad de los datos y permiten analizarlos en tiempo real, dotando al proyecto de información actualizada para la toma de decisiones. 

Además, Paisajes Andinos hace un uso eficaz de OpenForis, un conjunto de herramientas informáticas de código abierto para la recopilación y el análisis de datos medioambientales. OpenForis facilita el diseño de encuestas complejas, permite el muestreo sistemático y facilita la validación y el control de calidad de los datos. 

El proyecto también se beneficia del uso de SAP Crystal Reports, una plataforma de visualización y análisis de datos. Crystal permite al equipo del proyecto transformar datos complejos de monitoreo y evaluación en representaciones visuales claras e informativas, tales como mapas, gráficos y cuadros interactivos. Estas visualizaciones facilitan la interpretación de los datos, la comunicación y el intercambio de conocimientos entre las partes interesadas del proyecto y los tomadores de decisiones, apoyando la toma de decisiones basada en evidencia y promoviendo la transparencia. 

Al aprovechar estas herramientas, el proyecto garantiza la precisión y fiabilidad en la recopilación de datos relacionados con la biodiversidad, la cubierta forestal y otros parámetros medioambientales, contribuyendo a unos procesos de seguimiento y evaluación sólidos. Al aprovechar sus capacidades, el proyecto Paisajes Andinos demuestra un firme compromiso con la utilización de tecnologías de vanguardia en sus labores de monitoreo y evaluación.

Más información sobre este proyecto

Una fortaleza del proyecto Paisajes Andinos reside en su trabajo en torno a cadenas de valor productivas y sostenibles, siendo un ejemplo notable su enfoque en la producción de panela orgánica, un azúcar de caña sin refinar. El proyecto proporciona apoyo infraestructural esencial para permitir que los agricultores califiquen como productores de panela ecológica, lo cual incluye la mejora de hornos para lograr procesos de producción más eficientes. Además, el proyecto fomenta la diversificación de productos al respaldar la producción de otros cultivos junto con la panela. Esta diversificación no sólo añade valor a la oferta de los agricultores, sino que también contribuye a su resiliencia general. El proyecto promueve prácticas de producción sostenible, como la cosecha selectiva y enfoques respetuosos con el medio ambiente, a la vez que ofrece programas de capacitación y formación para mejorar las habilidades y conocimientos de los agricultores. Además, mediante la certificación orgánica y la colaboración, el proyecto facilita el acceso a mercados internacionales para la panela orgánica, creando mayores oportunidades de mercado para los agricultores y aumentando su potencial de ingresos.


🇭🇳 Honduras: Mi Biósfera

Acerca de este proyecto

El Proyecto de Gestión Integrada de la Biósfera del Río Plátano (Mi Biósfera) busca la protección de la Reserva de Biósfera del Río Plátano, uno de los últimos bosques tropicales húmedos en Centroamérica, muy rica en biodiversidad. El objetivo de Mi Biósfera es reducir la deforestación, proteger la biodiversidad y mejorar la seguridad alimentaria en un área piloto de la reserva de la biósfera. Se centra en promover sistemas sostenibles e integrados de gestión del paisaje mediante cadenas de valor agrícolas y enfoques de deforestación cero. 

El proyecto se divide en cinco componentes. Estose incluyen el fortalecimiento de la gestión del paisaje, el fomento de las cadenas de valor de ganadería y el café, la puesta en marcha de un mecanismo de financiamiento climático, la restauración de áreasforestales degradadas y la generación de conocimientos relacionados con el clima, la biodiversidad y los medios de vida.

Coordinado por el Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre de Honduras, el proyecto involucra a varias instituciones, incluyendo la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano, la Fundación Hondureña para el Desarrollo Empresarial Rural, la Universidad Nacional de Agricultura y la Oficina Presidencial de Cambio Climático, ClimaPlus.

Elementos clave de la GIP

Identificación de las partes interesadas

Información preliminar para identificar a los grupos de actores principales en las intervenciones del proyecto Mi Biósfera, el equipo utilizó una metodología denominada “Mapeo de actores clave”. Se trata de un método de evaluación rápida que permite al equipo comprender, de manera sencilla, las realidades sociales en las que está inmerso el proyecto, los actores potencialmente presentes en un territorio, cómo interactúan entre sí, cuáles son y cómo se definen sus creencias, valores y comportamientos, , así como sus percepciones y su influencia en la implementación del proyecto Mi Biósfera. 

Gestión iterativa y adaptativa

El proyecto Mi Biósfera también se beneficia de su integración de la investigación científica y monitoreo. Al colaborar con universidades, instituciones de investigación y expertos medioambientales, el proyecto tiene acceso a conocimientos y experiencia de vanguardia en el campo de la conservación y el desarrollo sostenible. Este enfoque científico permite tomar decisiones basadas en evidencia y evaluar continuamente los resultados del  proyecto. Se han establecido sistemas de monitoreo para evaluar la efectividad de las medidas de conservación, identificar los nuevos desafíos, y adaptar las estrategias en consecuencia. La integración de la investigación y el monitoreo garantiza que el proyecto se mantenga adaptativo y receptivo a las necesidades cambiantes del ecosistema y las comunidades a las que sirve. También proporciona una plataforma valiosa para el intercambio de conocimientos y la difusión de buenas prácticas, tanto dentro de Honduras como a escala mundial, contribuyendo así al ámbito más amplio de la conservación y el desarrollo sostenible.

Más información sobre este proyecto

Una fortaleza única del proyecto Mi Biósfera radica en su labor en torno a la ganadería productiva sostenible. Mediante la implementación de técnicas y prácticas innovadoras, el proyecto ha reducido eficazmente las emisiones de carbono asociadas a la ganadería. A través de a medidas como el pastoreo rotativo y la mejora de la gestión de pastos, el proyecto ha minimizado el impacto ambiental de la ganadería mientras mantiene altos niveles de productividad. La adopción de cableado sostenible y paneles solares para el suministro de energía en las explotaciones ganaderas ha reducido aún más la dependencia de los combustibles fósiles y ha contribuido a reducir las emisiones de carbono. Estas prácticas agrícolas climáticamente inteligentes han demostrado el uso eficiente de la tierra, permitiendo aumentar la carga ganadera sin comprometer la sostenibilidad medioambiental. 

Se han establecido fincas modelo para mostrar estas prácticas como ejemplos de una mejor gestión de los recursos, atrayendo a otros agricultores a adoptar enfoques similares de agricultura sostenible climáticamente inteligente. El proyecto informó incluso de casos de éxito en los que al menos dos fincas modelo, Las Marías, de Miguel Arias, y Río Negro-Pisijire, de Ramón Santos, han demostrado reducciones significativas en sus emisiones de carbono[NC1] . Otros resultados positivos incluyen la mejora de la calidad del suelo, la mayor conservación del agua, y el aumento de los ingresos económicos para los agricultores— todo ello con menores costos humanos y financieros.


 [NC1]To Dom: in the English version, let’s please make sure that it does not say anything about negative carbon balance, as this can be contested and would arguably entail an entire article on its own.

Más información sobre ganadería sostenible en América Latina y el Caribe.


🇯🇲 Jamaica: From Hills to Ocean (H20)

Acerca de este proyecto

 

A Jamaican Path from Hills to Ocean se centra en aumentar la resiliencia al cambio climático y reducir la pobreza mediante la gestión integrada y sostenible del paisaje en tres unidades de gestión de cuencas hidrográficas seleccionadas. Su objetivo es apoyar a organizaciones comunitarias, incluyendo agricultores, pescadores, empresarios y grupos medioambientales, en la mejora de su su gestión de las áreas seleccionadas. Un aspecto clave del objetivo del proyecto es abordar los impactos negativos de la agricultura en laderas, como la erosión del suelo y los deslizamientos de tierras durante la temporada de lluvias. 

Ejecutado por el Instituto de Planificación de Jamaica (PIOJ), la ejecución técnica del proyecto está a cargo de la Autoridad de Desarrollo Agrícola Rural y la División de Jardines Públicos, ambas bajo el Ministerio de Agricultura y Pesca, y la Agencia Nacional de Medio Ambiente y Planificación. 

Elemento clave de GIP

Institucionalización

Una característica destacada del proyecto jamaiquino radica en la participación de las principales agencias gubernamentales implementadoras, las cuales cuentan con los mandatos de acciones de políticas en los paisajes. Organismos como la Agencia Nacional Medio Ambiente y Planificación, el Departamento Forestal y la División de Pesca tienen autoridad y experiencia para hacer cumplir las regulaciones y directrices de gestión sostenible de recursos. Aprovechando su legitimidad y capacidad institucional, estas agencias desempeñan un papel vital en la convocatoria de los grupos de actores en el paisaje, incluyendo las comunidades locales, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil. Mediante plataformas de colaboración y procesos participativos, facilitan el diálogo, construyen consenso y promueven prácticas sostenibles. La participación de dichas agencias fortalece la armonización de las políticas y acciones de los distintos sectores, fomentando un enfoque holístico de la GIP.

Más información sobre este proyecto

Durante sus fases iniciales, el proyecto llevó a cabo una Evaluación Ecológica Rápida (EER) a través de la Universidad de las Antillas Occidentales (Mona). Esta evaluación se centró específicamente en comprender la dinámica y la salud de los ecosistemas de las unidades de gestión de cuencas seleccionadas. Se refería a la actividad de los grupos de actores que impulsan la degradación, así como a los grupos de actores afectados por las tendencias de degradación. La EER aportó datos sobre el nivel de “resiliencia” de los informantes encuestados en cada una de las unidades de gestión de cuencas. Esta evaluación sirvió como base para identificar las áreas prioritarias para los esfuerzos de intervención del proyecto. 


Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO): OECS-ILM

Acerca de este proyecto

El proyecto OECS-ILM (por sus siglas en inglés), ejecutado por la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO) y sus estados miembros, abarca nueve proyectos individuales adaptados a las situaciones únicas de cada isla. Entre ellos, tres (en Anguila, Dominica y Granada) se clasifican como proyectos de GIP, mientras que seis (en Antigua y Barbuda, las Islas Vírgenes Británicas, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas) se clasifican como proyectos de Gestión Simple de Paisajes.

El objetivo principal es hacer frente a retos como la degradación del suelo, la deforestación y la pérdida de biodiversidad, centrándose en la promoción de prácticas sostenibles de gestión del suelo y la mejora de la resiliencia de los ecosistemas. El objetivo general del proyecto es optimizar la contribución de la tierra a la agricultura, la seguridad alimentaria, la mitigación y adaptación al cambio climático, preservando al mismo tiempo los servicios ecosistémicos y mejorando la calidad de vida de los grupos de actores de sus paisajes, incluyendo a los agricultores locales y las comunidades de determinadas cuencas hidrográficas y ubicaciones seleccionadas.



Elemento clave de GIP

Institucionalización

Una característica destacable del proyecto OECS-ILM es su enfoque global, que abarca nueve iniciativas en Pequeños Estados Insulares en Desarrollo. Cada iniciativa está diseñada para abordar problemas específicos relacionados con la degradación del suelo y la gestión sostenible de la tierra, empleando estrategias e intervenciones personalizadas basadas en las necesidades y retos únicos de cada isla. Esta diversidad de proyectos brinda oportunidades para mejorar la efectividad y la relevancia del programa en su conjunto, ya que reconoce las distintas características y necesidades de cada isla participante.

Más información sobre este proyecto

Reconociendo el importante potencial de los sistemas agroforestales, el proyecto OECS-ILM pone especial énfasis en su aplicación en países como Santa Lucía y Granada, donde pueden ayudar a mitigar los riesgos asociados a la agricultura de ladera y la erosión del suelo, especialmente en zonas propensas a los huracanes. Estos sistemas ofrecen oportunidades para aprovechar los beneficios de los árboles y los cultivos perennes dentro de los paisajes agrícolas. 

En Granada, el proyecto se centra en promover sistemas agroforestales que favorezcan el cultivo de productos valiosos como la nuez moscada, el cacao y otras especies, que se adaptan bien a las condiciones locales y tienen importancia económica. De manera similar, en Santa Lucía, la iniciativa busca establecer opciones agroforestales para diversificar los sistemas agrícolas existentes, dominados actualmente por monocultivos de quequisque, conocido también como malanga o bituca. Además, Santa Lucía planea crear un parque agroturístico, que serviría para diversificar aún más las fuentes de ingresos, y promover prácticas sostenibles de uso de la tierra.

Tomando al toro por los cuernos

¿Puede la Gestión Integrada de Paisajes contribuir a una ganadería sostenible, y viceversa?

En el ámbito de la Gestión Integrada del Paisaje (GIP), un problema apremiante suele ocupar el centro de atención: la deforestación. A medida que profundizamos en este problema complejo, surge una verdad contundente: la ganadería suele ser un factor significativo detrás de esta actividad.

En los últimos años, han surgido estrategias para promover alternativas sostenibles a la ganadería convencional, con el objetivo de mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático, reducir la deforestación, preservar ecosistemas vulnerables y atenuar los impactos de la producción ganadera. La consecución de estos objetivos a menudo implica promover prácticas mejoradas, implementar sistemas de monitoreo robustos, y fomentar la colaboración entre los diversos grupos de actores en el territorio. La GIP podría propiciar y favorecer a la ganadería sostenible y facilitar vías para lograr un impacto a gran escala.

En el marco del programa Paisajes para Nuestro Futuro (LFF, por sus siglas en inglés), apoyado por la UE, hay varios proyectos de GIP en América Latina que han empezado a abordar la deforestación relacionada con la producción ganadera mediante la experimentación con enfoques sostenibles para la cría de ganado. Estos incluyen el proyecto Mi Biósfera en Honduras, Cerrado Resiliente (CERES) en Brasil/Paraguay, Paisajes Resilientes en Bolivia, Paisajes Sostenibles en Colombia y Paisajes Andinos en Ecuador. De ellos, los tres primeros son los más avanzados y ofrecen lecciones para nuestro programa.

Hacia una ganadería más sostenible en los proyectos de Paisajes para Nuestro Futuro

En la última década, la ganadería sostenible ha ganado mayor visibilidad e importancia. También está convirtiéndose en un requisito cada vez más frecuente en el mercado global de carne de vacuno debido a las nuevas normativas que respaldan la transición hacia la agricultura y silvicultura sostenibles. Por ejemplo, desde junio 2023, la Unión Europea ha promulgado el Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR), con el objetivo de reducir el impacto del mercado de la UE en la deforestación y la degradación forestal a escala mundial. El EUDR exige que los operadores y comerciantes de productos básicos clave -como el cacao, el café, el ganado, la madera y el aceite de palma- sean “libres de deforestación”. Esta transición también permitirá a los países cumplir sus compromisos de mitigación del cambio climático y conservación. Además, aunque los ganaderos no busquen posicionar sus productos en los mercados de exportación europeos u otros, la ganadería sostenible puede apoyar a los ganaderos de múltiples otras maneras.

El proyecto Mi Biósfera, que se implementa en el suroeste de la zona de amortiguamiento de la Reserva de Biósfera del Río Plátano de Honduras, encabeza activamente la adopción de tecnologías prometedoras destinadas a impulsar la transición hacia una ganadería sostenible. Es un esfuerzo colaborativo entre el Instituto de Conservación Forestal (ICF) de Honduras, la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano y el Consorcio Mi Biósfera, integrado por FUNDER, la Universidad Nacional de Agricultura y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SERNA). Mi Biósfera está impulsando capacitaciones sobre prácticas sostenibles a aproximadamente 1000 ganaderos a través de escuelas de campo y la facilitación del acceso a tecnologías avanzadas mediante programas de financiamiento sostenible.

Por ejemplo, la participación de Redin Valecillo en Mi Biósfera ha demostrado beneficios económicos y medioambientales en su finca, Los Mangos. El proyecto introdujo un sistema de pastoreo rotativo más sostenible, permitiendo que sus suelos se recuperen y mejorando la calidad del pasto, aumentando así su valor nutricional para el ganado. La ganadería usando prácticas más sostenibles ha dado como resultado un aumento de peso y una mayor producción de leche en sus vacas, al tiempo que reduce los costos de producción. En particular, el uso de paneles solares y cercas eléctricas ha reducido aún más los gastos. La eficacia del sistema ha disminuido los requisitos de mano de obra, y la recuperación de la cobertura forestal ribereña ha mejorado la gestión del agua. La reducción del uso de pesticidas ha aumentado la biodiversidad de la finca, y la finca del Sr. Vallecillo -una de las 20 formando parte del programa piloto- está transicionando hacia una reducción de las emisiones de carbono.

El camino hacia una sostenibilidad colectiva

La GIP reconoce las interconexiones intrincadas entre los distintos grupos de actores y sus sistemas de uso de la tierra dentro de los paisajes, como los bosques, pastizales y cuerpos de agua. Adoptar un enfoque de GIP requiere reconocer la importancia de la coordinación y la colaboración entre los distintos grupos de actores con intereses diversos. Al reunir a agricultores, comunidades locales, organismos gubernamentales y organizaciones medioambientales, entre otros, la GIP facilita esfuerzos colaborativos para abordar retos complejos, tales como la deforestación, la gestión del agua o la tenencia de la tierra, al mismo tiempo que abre puertas a numerosos beneficios para el desarrollo social y económico de los agricultores y sus comunidades.

El proyecto CERESen Paraguay ilustra cómo los procesos de colaboración pueden proporcionar una plataforma común para que los grupos de actores compartan conocimientos, alineen objetivos y desarrollen estrategias coordinadas para priorizar a la conservación de los bosques y, al mismo tiempo, satisfacer las necesidades de los productores, como los ganaderos. Trabajando juntos, los distintos grupos de actors en un paisaje pueden reunir recursos, aprovechar la experiencia colectiva y garantizar el monitoreo efectivo y el cumplimiento de los compromisos de deforestación cero. Al fomentar el diálogo abierto y favorecer una comprensión más profunda de las perspectivas y preocupaciones de los distintos grupos de actores, la GIP actúa como un catalizador para la coordinación multi-actor, permitiendo un esfuerzo unificado y concertado para lograr prácticas ganaderas más sostenibles.

WWF Paraguay, responsable de implementar el proyecto CERES en el paisaje del Alto Paraguay, ha logrado involucrar a ganaderos de pequeña, mediana y grande escala a través de una plataforma multi-actor que resalta los intereses compartidos entre los diferentes grupos presentes en el paisaje. Los esfuerzos de WWF Paraguay han dado lugar a una colaboración significativa entre diversos grupos de actores, centrándose en el Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial del distrito de Bahía Negra, conocido como POUT.

La Mesa POUT se creó como plataforma multi-actor para apoyar el proceso del POUT. Facilitó el diálogo y retroalimentación de diversas entidades presentes en el paisaje, como organismos gubernamentales nacionales, el municipio de Bahía Negra, asociaciones locales y regionales ganaderas y otras asociaciones de productores, organizaciones medioambientales y sociales, grupos indígenas y ONGs, como WWF. Su participación estuvo impulsada por el deseo de que sus intereses estuvieran reflejados en el proceso final de planificación territorial.

La Mesa POUT, creada inicialmente con un objetivo específico, se ha convertido en un punto de entrada para el diálogo entre múltiples actores que antes no existía en el territorio

Valentina Bedoya, Especialista en Paisajes Sostenibles de WWF Paraguay

La Mesa POUT ha demostrado ser un mecanismo eficaz para una toma de decisiones participativa y la construcción de consenso en torno al uso de la tierra en el territorio, un tema sensible debido a que afecta a los medios de vida de la población. Sin embargo, una importante lección aprendida, como expresó Patricia Roche, Especialista de Proyectos de WWF Paraguay, es la necesidad de empoderar a las autoridades gubernamentales para liderar eficientemente estos espacios. Como subraya Roche, “es crucial que estas plataformas sean dirigidas y convocadas por autoridades locales o nacionales, ya que ciertos grupos de interés podrían considerar a las ONG internacionales como externas, con sesgos conservacionistas que podrían influir en los resultados.”

Además de su participación en la Mesa POUT, WWF Paraguay, a través de la Alianza para el Desarrollo Sostenible, ofrece asistencia técnica a los productores de ganado y establece conexiones con un mercado de ganado sostenible. CERES también les brinda asistencia en el campo para apoyar viveros de árboles de especies nativas para su uso en sistemas silvopastoriles. Además, CERES lleva a cabo actividades de gestión de incendios en el paisaje, en las cuales participan diferentes actores, incluido el sector ganadero. Como resultado, se están aplicando mejores prácticas de gestión en el territorio.

En los bosques secos chiquitanos de Bolivia, el proyecto Paisajes Resilientes, liderado por la GIZ, ha estado trabajando con pequeños y medianos productores ganaderos para ayudar a los ganaderos a mitigar y adaptarse a los efectos adversos de las sequías que afectan a la zona. Foto de GIZ/Paisajes Resilientes.

En Bolivia, otro esfuerzo de coordinación multi-actor intenta apoyar una transición hacia prácticas ganaderas sostenibles para adaptarse a los efectos del cambio climático, como la escasez de agua. En los bosques secos de la Chiquitanía boliviana, el proyecto Paisajes Resilientes, dirigido por la GIZ,, trabaja con pequeños y medianos ganaderos. En esta región, se promovieron iniciativas de agricultura sostenible, y especialmente se han impulsado acciones para mejorar la gestión de los recursos hídricos. Estos van desde la implementación de proyectos piloto hasta el apoyo en la elaboración de normativas locales y departamentales como alternativas para mitigar y adaptarse a los efectos adversos de las sequías que afectan a la zona.

Tomando al toro por los cuernos: equilibrando los compromisos y definiendo objetivos comunes

Un obstáculo importante para la adopción de prácticas sostenibles es que los productores necesitan ver un beneficio claro y tangible en la transición desde las prácticas ganaderas convencionales. Reconocer los beneficios futuros podría también implicar equilibrar las compensaciones entre los distintos grupos de interés, y definir objetivos compartidos que podrían ser difíciles de alcanzar individualmente, tales como la gestión de los incendios forestales que aborda el proyecto CERES. Al exhibir ejemplos convincentes de ganadería sostenible, como las fincas modelo de Mi Biósfera, otros ganaderos podrían motivarse para obtener resultados económicos, sociales y medioambientales positivos. De hecho, algunos ganaderos de la zona de intervención de Mi Biósfera han comenzado a atraer a otros ganaderos a adoptar enfoques agrícolas sostenibles y climáticamente inteligentes similares.