Guardianes de lo verde: la administración local de un tesoro mundial

Mauricio deslumbra con sus cumbres esmeralda y sus mares turquesa, pero sus paisajes "verdes" esconden siglos de pérdida ecológica. Casi el 90% de los bosques autóctonos han desaparecido, dejando a los mauricianos con la urgente responsabilidad de custodiar una biodiversidad de importancia mundial.

Al aterrizar en Mauricio, la primera impresión es de una belleza deslumbrante: montañas esmeralda que se elevan sobre una laguna turquesa, caña de azúcar mecida por la brisa y bolsas de bosque de un verde intenso. Al salir del aeropuerto, el primer cartel que le recibe proclama con orgullo: «Bienvenido a Mauricio, una isla verde». Mirando hacia el horizonte, todo lo que ve son ondulantes paisajes verdes que se extienden hasta el mar. Pero es un truco del ojo: no se trata de bosques autóctonos, sino de vastas extensiones de plantaciones de caña de azúcar. El rico patrimonio natural de la isla ha sido remodelado a lo largo de los siglos, y bajo la superficie de este aparente verdor se esconde una historia más profunda.

Una historia de siglos de transformación ecológica. Desde la llegada del hombre, Mauricio ha perdido casi el 90% de sus bosques autóctonos, en gran parte talados para la caña de azúcar y los asentamientos. Las plantas y animales invasores dominan ahora muchos paisajes, y las antaño florecientes poblaciones de especies endémicas han quedado reducidas a frágiles fragmentos. Es esta historia la que confiere urgencia a los esfuerzos actuales por restaurar y administrar la biodiversidad única y de relevancia mundial de la isla.

El proyecto Mauricio de la Cresta al Arrecife (R2R ) ha asumido este reto con una visión holística: unir montañas, ríos, bosques y arrecifes en un tejido continuo de restauración. Desde la eliminación de plantas invasoras en laderas empinadas hasta el fomento de la apicultura comunitaria, pasando por la protección de los humedales costeros y los arrecifes de coral, el proyecto se basa en la idea de que la resiliencia sólo es posible cuando la tierra y el mar se gestionan conjuntamente.

Sin embargo, la restauración no sólo tiene que ver con las plantas y los árboles, sino también con las personas. El espacio de la conservación en Mauricio tiene muchos actores: ONG, departamentos gubernamentales y ministerios cuyos mandatos a veces se solapan. La colaboración entre ellos debe reforzarse. La propia restauración es un integrador natural: las tierras degradadas se encuentran en las costas, dentro de los bosques y en los paisajes agrícolas. Pero para que estos esfuerzos beneficien realmente a la biodiversidad, la conectividad y la capacidad de recuperación, los ecosistemas – y los ministerios responsables de ellos – necesitan una mejor integración.

Consciente de ello, el CIFOR-ICRAF trabajó el mes pasado junto a sus socios para apoyar un taller de consulta para la nueva Plataforma de Gestión de la Biodiversidad (BSP).

Se reunieron más de tres docenas de participantes, que representaban una rica muestra representativa de la sociedad mauriciana: ministerios, ONG, instituciones de investigación, representantes de la juventud, líderes del sector privado y organizaciones comunitarias locales. Juntos, lidiaron con una pregunta simple pero profunda: ¿cómo puede Mauricio pasar de proyectos fragmentados a una plataforma integrada y a largo plazo para la gestión?

Las conversaciones fueron animadas y francas. Las partes interesadas hablaron de la necesidad de una visión común, que equilibre la conservación con el desarrollo y sitúe la equidad en el centro de la toma de decisiones. Los grupos de trabajo debatieron sobre el diseño del BSP: su estructura de gobierno, sus funciones y cómo podría crear credibilidad a través de la transparencia y la participación inclusiva. Las ideas fluyeron: un centro de comunicaciones para contar la historia de la biodiversidad de Mauricio; un sistema de intercambio de conocimientos para captar las lecciones aprendidas; y mecanismos de seguimiento de los progresos, para que los compromisos se traduzcan en resultados.

Resultados del taller

Al cierre del taller, habían surgido tres resultados principales:

  1. Una visión compartida de la BSP como centro nacional de coordinación, aprendizaje y acción sobre la gestión de la biodiversidad.
  2. Acuerdo sobre un proyecto de estructura, que incluya un grupo directivo y grupos de trabajo con múltiples partes interesadas para llevar adelante los temas prioritarios.
  3. Compromiso de colaboración, con participantes que expresan su disposición a aportar datos, alinear proyectos y defender el BSP en sus redes.

Había una sensación de posibilidad en la sala: que Mauricio, a pesar de su pequeño tamaño, puede ser pionero en una gobernanza innovadora para la restauración y la biodiversidad.

No podemos permitirnos seguir trabajando en silos. La Plataforma es el lugar en el que por fin confluirán nuestros esfuerzos.

Participante en el taller BSP

De cara al futuro, el BSP tratará de tejer juntos los numerosos hilos del trabajo sobre biodiversidad en toda la isla. Su ambición es convertirse en un espacio en el que el gobierno, la sociedad civil, las comunidades y las empresas cocreen soluciones, intercambien lecciones y se responsabilicen mutuamente. Si tiene éxito, la Plataforma no sólo acelerará los resultados de la restauración, sino que también integrará la gestión en el tejido social de Mauricio, garantizando que el patrimonio natural de la isla, de importancia mundial, sea apreciado y salvaguardado para el mundo.

La historia de Mauricio, por tanto, es tanto de pérdida como de renovación: siglos de degradación que ahora dan lugar a nuevos y audaces enfoques. El proyecto Ridge to Reef muestra lo que es posible en la práctica; el BSP ofrece un modelo de gobernanza para sostenerlo. Juntos, trazan un rumbo esperanzador para una isla que lleva mucho tiempo definida por su naturaleza, y cuyo futuro depende de ella.

Paisajes en la Práctica: Identificación y análisis de las partes interesadas

El estado y la sostenibilidad del paisaje dependen de lo que hagan sus partes interesadas. la GIP los profesionales no pueden, por tanto, evitar tener en cuenta las actividades de las partes interesadas. Este documento de Paisajes en la práctica ofrece una visión general de los conceptos clave y de las herramientas y recursos disponibles para aprender más.

El estado y la sostenibilidad del paisaje dependen de lo que hagan sus partes interesadas. la GIP Los profesionales no pueden, por tanto, evitar tener en cuenta las actividades de las partes interesadas. Los problemas que presentan los paisajes surgen de esas actividades, por lo que la aplicación de procesos que cambien los comportamientos y las prácticas de las partes interesadas es fundamental en las consideraciones de la GIP. En general, se acepta que cuanto mayor sea el nivel de compromiso de las partes interesadas, más probabilidades de éxito tendrá una intervención y más probable será que sus efectos sean sostenibles.

Los paisajes, cabe señalar, son complejos -y las partes interesadas son fuente de gran parte de esta complejidad debido a sus múltiples, y a menudo divergentes, necesidades e intereses (por ejemplo, explotar o conservar los recursos), derechos (formales y consuetudinarios) y niveles de legitimidad, dependencia de los recursos, poder e influencia (económica y política), conocimientos, preferencias y valores. Las partes interesadas suelen tener objetivos contrapuestos que requieren una mediación para equilibrar las compensaciones (si una iniciativa promueve un cambio de comportamiento) y están integrados en redes sociales, interacciones y respuestas. Si se pretende gestionar los paisajes de forma integrada, las partes interesadas y sus diversos intereses deben ser una consideración importante en el diseño de las intervenciones de la GIP.

Mensajes clave

  • El compromiso de las partes interesadas es una condición previa para el éxito de la Gestión Integrada del Paisaje (la GIP). Cuanto mayor sea el nivel de compromiso, mayor será la probabilidad de éxito y sostenibilidad.
  • La identificación y el análisis de las partes interesadas se complican por la diversidad entre ellas, que surge de intereses variables, diferentes tipos de conocimientos y contextos. La mayoría de los enfoques de participación, identificación y análisis de las partes interesadas tratan de revelar y comprender esta complejidad.
  • El análisis de las partes interesadas es estratégico. Permite que las intervenciones determinen con quién deben comprometerse para tener éxito y qué relaciones entre las partes interesadas deben ser objeto de atención.
  • La «relevancia estratégica» de las partes interesadas viene determinada por el grado en que se considera que influyen en el éxito de un proyecto.
  • Suele haber intereses contrapuestos o contradictorios entre las partes interesadas, que a menudo se expresan en forma de conflicto. La presencia de conflictos entre las partes interesadas debe asumirse desde el principio y puede representar un riesgo importante para el éxito de la intervención.
  • Las estrategias utilizadas para comprometerse con (y entre) las partes interesadas reflejarán su relevancia estratégica y pueden ser objeto de una lluvia de ideas y deliberaciones a través del desarrollo de una Teoría del Cambio.
  • El compromiso con las partes interesadas exige el despliegue de «habilidades blandas» como la mediación, la facilitación, la convocatoria y la negociación.
  • La relevancia y las relaciones de las partes interesadas cambiarán a lo largo de la intervención de un proyecto. Por ello, el análisis de las partes interesadas no se limita al inicio de una iniciativa, sino que es necesario a lo largo de toda su duración.

Paisajes en la práctica: Aprendizaje y adaptación iterativos

La GIP implica abordar la complejidad y la incertidumbre, parte importante de las cuales está relacionada con los intereses de las diversas partes interesadas. Para hacer frente a estos desafíos, han surgido estrategias de gestión como la GA y la gestión colaborativa, que han sido puestas en práctica en la forma de un enfoque conocido como gestión adaptativa colaborativa (GAC).

Esta edición de Paisajes en la Práctica busca ofrecer una sinopsis de los temas y conceptos comunes entre estos enfoques, identificando lecciones y proponiendo formas en las que pueden contribuir a un proceso de GIP. También presenta una síntesis de los pasos necesarios para la incorporación de procesos de aprendizaje y adaptación iterativos en programas y proyectos enfocados en la GIP. Nuestro objetivo último es explicar los conceptos clave e identificar los pasos esenciales para que los profesionales que utilizan un enfoque de GIP puedan desarrollar los pilares fundamentales del aprendizaje y la adaptación iterativos dentro del ciclo de su proyecto.

Mensajes clave

  • El aprendizaje iterativo y el aprendizaje adaptativo se consideran características clave de las iniciativas efectivas de gestión integrada del paisaje (GIP). Sin embargo, quienes se dedican a la implementación de la GIP pueden necesitar apoyo para poner en práctica el aprendizaje iterativo y el adaptativo en sus programas.
  • Dado que los paisajes son sistemas socioecológicos sumamente complejos y dinámicos, y que existe una gran incertidumbre sobre cómo funcionan, interactúan y reaccionan, las partes interesadas involucradas en su gestión deben adoptar un enfoque de “aprender en la práctica” con el fin de identificar las mejores prácticas y mejorarlas con el tiempo.
  • La gestión adaptativa (GA) es un enfoque que concibe la gestión como un experimento que pone a prueba las intervenciones a partir de la información disponible y evalúa los resultados para adecuar las decisiones y acciones de gestión futuras.
  • Al convocar a las partes interesadas para que trabajen de manera conjunta hacia un objetivo común (colaboración) y promover el aprendizaje social (desarrollo de un entendimiento compartido dentro de los grupos), los facilitadores de la GIP pueden promover un enfoque iterativo para la planificación y la toma de decisiones, que permita gestionar mejor la complejidad de un mundo cambiante y con muchas incógnitas.
  • Existen cuatro pasos que pueden ayudar a poner en práctica este concepto en la GIP: participación de las partes interesadas, identificación de problemas/objetivos, planificación de la acción y monitoreo/reflexión (y vuelta a la acción).