



Para WCS Laos, el principal ejecutor del proyecto Conservación de los ecosistemas mediante la Gestión Integrada del Paisaje en la República Democrática Popular Lao (ECILL ), la participación de las partes interesadas ha demostrado ser el factor decisivo para que los esfuerzos de conservación tengan éxito o fracasen.
En el siguiente vídeo, Ben Swanepoel, responsable de programas de la WCS, nos da una idea de cómo es exactamente sobre el terreno.
Son las propias comunidades las que van a crear el éxito o el fracaso del área protegida, no nuestras buenas acciones dentro del área protegida.
Ben Swanepoel, jefe de programa de la WCS
De los programas fragmentados a la integración
WCS Laos no siempre ha trabajado así. Ben recuerda años anteriores en los que los esfuerzos se dividían en programas separados: uno se centraba en la aplicación de la ley, otro en la divulgación y otros en el ecoturismo. Cada uno tenía su mérito, pero su impacto era limitado.
«Tuvieron un éxito marginal», reflexiona. «La única vez que realmente podemos demostrar un éxito genuino -algo que podamos medir- es cuando juntamos todo esto».
Esta percepción ha dado lugar a una nueva forma de trabajar. Ahora, los acuerdos de conservación van acompañados de múltiples equipos interconectados: seguimiento, desarrollo de los medios de subsistencia, participación de las partes interesadas, planificación del uso de la tierra y gestión integrada. Juntos, forman una estrategia global que aborda la complejidad del paisaje.
Ben está convencido: «La integraciónes justo el enfoque adecuado para una zona protegida como ésta».
Cambiar el equilibrio de la responsabilidad
Lo que hace que este enfoque integrado sea especialmente poderoso en Laos es el cambio en quién impulsa el éxito de la conservación. En algunos contextos, la conservación ha consistido en cercar la tierra y mantener a la gente fuera. Según la experiencia de Ben, esos modelos no sólo son poco realistas sino contraproducentes.
Por el contrario, el proyecto de Laos demuestra que cuando a las comunidades se les da una verdadera participación en la conservación -respaldada por oportunidades económicas, acuerdos claros y mecanismos de rendición de cuentas- se convierten en los actores decisivos.
«Es completamente al revés», dice Ben. «En realidad, NEPL MU va a la comunidad y le dice: ¿cómo podemos implicarles en la conservación aquí? Son las propias comunidades las que van a crear el éxito».
El café como catalizador del cambio
Uno de los ejemplos más llamativos procede de una iniciativa con cinco pueblos ribereños de una zona protegida. Como parte del
Los hogares que se comprometían a cultivar café también se comprometían a abstenerse de la caza y otras actividades insostenibles. Estos acuerdos venían acompañados de claros sistemas de seguimiento y sanciones, lo que garantizaba la rendición de cuentas al tiempo que ofrecía beneficios tangibles.
«Al hacer eso», explica Ben, «el MU NEPL ha firmado acuerdos de conservación. Todos los que querían hacer café se han apuntado, porque saben que ganarán más con esto. Y a cambio, se comprometen a dejar de cazar».
Este enfoque muestra cómo las intervenciones en los medios de subsistencia cuidadosamente diseñadas pueden alinear el bienestar de la comunidad con los objetivos de conservación, creando un escenario en el que todos salen ganando.
Lecciones para la Gestión Integrada del Paisaje
La experiencia de Laos ofrece valiosas enseñanzas para otros proyectos del programa Landscapes For Our Future y para otros:
- Los medios de subsistencia como palanca: Las oportunidades de ingresos alternativos deben ser lo suficientemente significativas y rentables como para motivar el cambio. El café, en este caso, proporcionó una vía clara.
- Acuerdos con responsabilidad: Los compromisos de conservación ligados a incentivos reales -y respaldados por un seguimiento- refuerzan la confianza a la vez que garantizan el cumplimiento.
- Integración frente a fragmentación: Los beneficios de la conservación se maximizan cuando la aplicación de la ley, la divulgación, los medios de subsistencia y la planificación del uso de la tierra forman parte de una estrategia única y coherente.
- Las comunidades como cogestoras: El verdadero éxito llega cuando la población local no es periférica, sino central, en el diseño y la consecución de los resultados de la conservación.
Estas ideas refuerzan un principio central de la Gestión Integrada del Paisaje: el cambio sostenible no puede lograrse mediante intervenciones aisladas. Requiere colaboración, alineación y, sobre todo, el reconocimiento de que los paisajes pertenecen a las personas que viven en ellos.
Como demuestra la experiencia de WCS Laos, cuando las comunidades ven tanto los beneficios como las responsabilidades de la conservación, dan un paso al frente no como receptores pasivos sino como administradores activos del paisaje. Y es en sus manos donde estará asegurado el futuro de estas zonas protegidas.